Logo servinergia

El ahorro en la factura de luz es una preocupación creciente para hogares y empresas, especialmente en un contexto de fluctuantes precios energéticos. Lograr una reducción significativa en el consumo y, por ende, en la factura de luz, requiere de un enfoque multifacético que incluya tanto cambios de hábitos como inversiones en eficiencia energética.

Consejos prácticos para el ahorro en la factura de luz:

  1. Optimización de la potencia contratada: Revisa la potencia que tienes contratada y ajustarla a las necesidades reales. Muchas veces se está pagando por una potencia que no se utiliza.
  2. Tarifa con discriminación horaria: Si tus hábitos lo permiten, adapta tus consumos a las horas valle, donde el precio del kWh es más bajo.
  3. Iluminación eficiente: Cambia las bombillas tradicionales por LED, que consumen hasta un 80% menos de electricidad y tienen una vida útil más larga.
  4. Electrodomésticos de bajo consumo: Utiliza electrodomésticos con calificación energética A++ o superior, ya que son más eficientes.
  5. Gestión del standby: Desconecta los aparatos electrónicos que no estén en uso, ya que en modo standby siguen consumiendo energía.
  6. Uso inteligente del aire acondicionado y calefacción: Mantener una temperatura constante y razonable, utilizando termostatos inteligentes para optimizar su uso.
  7. Instalación de sistemas de autoconsumo: La instalación de paneles solares para autoconsumo puede significar un ahorro considerable a largo plazo.
  8. Monitorización del consumo: Utilizar sistemas de monitorización para identificar patrones de consumo y poder actuar sobre ellos.
  9. Mantenimiento periódico de instalaciones: Asegurar que las instalaciones eléctricas y los equipos estén en óptimas condiciones para evitar consumos innecesarios.
  10. Educación y concienciación: Fomentar en la familia o en la empresa una cultura de ahorro energético, siendo conscientes del consumo y su impacto.

Inversiones estratégicas:

  1. Auditorías energéticas: Realizar auditorías para detectar fugas o ineficiencias y actuar sobre ellas.
  2. Renovación tecnológica: Invertir en sistemas domóticos o de automatización para gestionar de forma eficiente la luz y la energía en general.
  3. Aislamiento térmico: Mejorar el aislamiento del hogar o edificio para evitar pérdidas de calor en invierno y ganancias excesivas en verano, lo que se traduce en menos uso de climatización.

Acometer estas medidas puede requerir de una inversión inicial, pero a mediano y largo plazo se traducirán en un ahorro sustancial y contribuirán al cuidado del medio ambiente. Además, es recomendable estar al tanto de las políticas de ahorro energético del gobierno, que a menudo ofrecen subvenciones o deducciones fiscales por la implementación de sistemas de energía renovable o por la mejora de la eficiencia energética en los hogares.

Detallamos cada uno de los puntos mencionados para el ahorro en la factura de luz, proporcionando ejemplos prácticos:

  1. Optimización de la potencia contratada:
    • Ejemplo: Una familia se da cuenta de que nunca ha saltado el limitador de potencia, incluso utilizando varios electrodomésticos a la vez. Esto puede indicar que tienen contratada más potencia de la necesaria. Reduciendo la potencia contratada de 5.5 kW a 4.4 kW podrían ahorrar en la parte fija de su factura.
  2. Tarifa con discriminación horaria:
    • Ejemplo: Un usuario cambia a una tarifa con discriminación horaria y comienza a utilizar la lavadora, el lavavajillas y a cargar los dispositivos electrónicos durante las horas valle, logrando así una reducción en el coste por kWh consumido.
  3. Iluminación eficiente:
    • Ejemplo: Si una lámpara tradicional utiliza una bombilla de 60W y se cambia por una LED de 10W, teniendo en cuenta que la lámpara se utiliza en promedio 4 horas al día, se pasa de consumir 240Wh a 40Wh diarios, lo que se traduce en un ahorro considerable a lo largo del año.
  4. Electrodomésticos de bajo consumo:
    • Ejemplo: Reemplazar una nevera antigua clase D por una clase A+++ puede significar pasar de un consumo de 500 kWh/año a uno de 150 kWh/año, generando un ahorro significativo.
  5. Gestión del standby:
    • Ejemplo: Desenchufar la televisión, la consola de videojuegos y el sistema de sonido, en vez de dejarlos en standby, puede ahorrar hasta 10% de la factura eléctrica, dado que estos aparatos en standby pueden consumir casi tanto como en uso moderado.
  6. Uso inteligente del aire acondicionado y calefacción:
    • Ejemplo: Configurar el termostato a 19°C en invierno y 25°C en verano puede optimizar el uso de la calefacción y aire acondicionado, evitando consumos excesivos por temperaturas extremas.
  7. Instalación de sistemas de autoconsumo:
    • Ejemplo: Instalar paneles solares en una vivienda puede reducir la dependencia de la red eléctrica. Si se genera más energía de la que se consume, algunos países permiten verter el excedente a la red, recibiendo una compensación.
  8. Monitorización del consumo:
    • Ejemplo: Utilizando una app de monitorización energética, un usuario identifica que el mayor consumo se produce en las noches. Al investigar, se da cuenta de que el calentador de agua eléctrico está programado para esa hora, y decide cambiarlo a horas valle.
  9. Mantenimiento periódico de instalaciones:
    • Ejemplo: Una revisión de las instalaciones eléctricas descubre que hay un cableado antiguo que causa pérdidas de energía, reemplazarlo mejora la eficiencia del sistema.
  10. Educación y concienciación:
    • Ejemplo: Una empresa implementa políticas de apagado de luces y equipos en desuso y educa a sus empleados sobre la importancia del ahorro energético, logrando una reducción del 15% en su factura de luz.

Inversiones estratégicas:

  1. Auditorías energéticas:
    • Ejemplo: Una auditoría energética en una fábrica identifica que las máquinas antiguas son las que más consumen. Al reemplazarlas por versiones más eficientes, la fábrica reduce su factura eléctrica en un 30%.
  2. Renovación tecnológica:
    • Ejemplo: La instalación de sensores de movimiento para el control de iluminación en una oficina evita que las luces estén encendidas innecesariamente, disminuyendo el consumo eléctrico.
  3. Aislamiento térmico:
    • Ejemplo: Una casa se somete a mejoras en su aislamiento térmico instalando ventanas de doble acristalamiento y aislante en las paredes y el techo, reduciendo la necesidad de calefacción en un 25%.

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Déjanos tus datos y te llamamos