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 La tarifa de discriminación horaria es un tipo de tarifa eléctrica diseñada para fomentar el consumo de energía en horas donde la demanda es menor y, por ende, la generación de electricidad es más económica y eficiente. Esta tarifa se basa en el principio de que el costo de producir energía varía a lo largo del día según el consumo global: es más caro durante los periodos de mayor demanda (las llamadas «horas punta») y más barato cuando la demanda disminuye («horas valle»).

Bajo esta tarifa, el día se divide en diferentes franjas horarias, cada una con un precio por kilovatio hora (kWh) distinto. Por lo general, la tarifa de discriminación horaria se estructura en dos o tres periodos:

  1. Horas Punta: Son aquellas en las que el precio de la energía es más alto debido al mayor consumo. Estas suelen ser en horario de tarde y primeras horas de la noche.
  2. Horas Valle: Se caracterizan por tener un precio reducido del kWh y suelen abarcar las horas nocturnas y primeras horas de la mañana.
  3. Horas Llano (en tarifas con tres periodos): Representan un término medio entre las horas punta y valle, con un precio por kWh que no es tan alto como en las horas punta ni tan bajo como en las horas valle.

La idea detrás de esta estructura tarifaria es incentivar a los usuarios a desplazar su consumo a las horas valle, lo cual no solo permite un ahorro considerable en la factura de electricidad, sino que también contribuye a una mejor gestión de la red eléctrica y fomenta una mayor integración de las energías renovables. En horarios valle, a menudo hay una mayor disponibilidad de energía renovable, como la eólica, que tiende a generar más energía durante la noche.

La tarifa de discriminación horaria puede ser especialmente beneficiosa para aquellos usuarios que pueden adaptar sus hábitos de consumo y concentrar el uso de electrodomésticos de mayor consumo, como lavadoras, secadoras, lavavajillas, o sistemas de recarga de vehículos eléctricos, durante las horas valle.

Es importante para el consumidor entender su propio patrón de consumo antes de optar por esta tarifa, ya que si la mayoría del consumo se realiza en horas punta, la tarifa de discriminación horaria podría no resultar conveniente. Las compañías eléctricas suelen ofrecer herramientas y asesoramiento para que cada cliente pueda evaluar si esta tarifa se ajusta a su perfil de consumo y de este modo tomar una decisión informada.

En resumen, la tarifa de discriminación horaria es una opción de facturación eléctrica que, alineada con los patrones de consumo personales y el compromiso con la sostenibilidad, puede llevar a una reducción significativa en los costos de energía y a una operación más eficiente del sistema eléctrico en su conjunto.

 

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